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Fueron las vacaciones más emocionantes de mi vida adolescente, se iniciaba el año 1980 y las mariposas comenzaron a revolotear en mi estómago.
Hasta ese año había pasado las vacaciones escolares jugando con mis pequeños amigos, compartíamos carritos Corgi Juniors y armábamos estructuras con Lego, hacíamos inmensos escenarios de combate en donde batallaban nuestros soldaditos, y veíamos Disco Club, las 16:00 horas era el momento sagrado y cuando empezaban a sonar las primeras notas de "Live Wire" de AC/DC uno ya estaba frente al TV, aún tengo en mis pupilas aquel video de "Hell on Wheels" de Cher, hacía segregar demasiada testosterona siendo un imberbe chiquillo de 13 años terminaba exhausto luego de ver a esa diva patinando.
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El verano del 80 fue diferente a todos los anteriores, fue el inicio apoteósico de los contactos con las niñas más lindas que adolescente alguno ha soñado, no cabe duda que tenía amigas y conocidas pero de eso no pasaba, un "hola" y un "chau" era suficiente, pero en aquel año se iniciaron los contactos más cercanos, gracias a las matinales de pre-prom de los colegios, los festivales de verano, los paseos en bicicleta y la moda de los patines.
Entorno a mi casa y sus alrededores vivían clases enteras de los colegios San Antonio de Mujeres, América y Washington, y a pesar que estos dos últimos eran mixtos las chicas compartían más tiempo con nosotros que con sus compañeros de clase, pero como les cuento líneas arriba no pasaba nada, solo la existencia mutua en un lugar común.
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Lo que hasta ahora me pregunto es ¿Cómo hacen las niñas para salir de sus crisálidas converitdas en lindas mariposas? en el 79 todas eran como hermanas, eran un "pata más", algunas regordetas, otras reflacas, otras con anteojos y otras con brackets, cuando de pronto, en un abrir y cerrar de ojos todas se convirtieron en hermosas mujercitas, modositas y coquetas, aparecieron los primeros maquillajes y las primeras voluptuosidades, viene a mi memoria el primer día de playa de ese año, todas cubiertas, avergonzadas y pudorosas evitando nuestras miradas, evitando que sus bikinis llamen la atención ¡Pero si el año pasado todos habíamos compartido la misma playa! , cosas de mujeres.
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Dentro de todo el grupo, éramos como quince personitas, había una niña que acaparó mi atención, su hermano y yo solíamos montar bicicleta juntos, es más, hasta le prestaba mi bici cuando no le dejaban sacar la suya, volviendo al tema, esta chica era muy linda (en el 79 ni había prestado atención a sus saludos), sus ojos cafés se volvian caramelos con el reflejo del sol y su sonrisa hacía resplandecer mi rostro, llegó el momento en que ya no compartía mucho con su hermano más si con ella, solíamos patinar juntos y hasta montábamos bici haciendo carrera, no recuerdo cuando ni como ni porqué comencé a sentir algo extraño en mi ser, pensaba en ella todo el día, robaba tiempo a mis aún juegos de niño con el sólo propósito de ir a verla, y en las noches veraniegas soliamos ir a comer helados, bueno, en "mancha", pero yo solo la veía a ella. Una tarde de sábado una de sus amigas me dijo "Tony, te hago el bajo, a ella le gustas" WOT? RE-WOT? en primer lugar no sabía que era "hacer el bajo" y en segundo lugar sentí que las piernas me temblaban, ¡jajaja! solo atíné a balbucear un tímido ¿Qué es hacer el bajo? ¡jajaja! ¡Pero que cándido!, ella me explicó "Monguito, hacer el bajo es, bla, bla, bla..." obviamente accedí y allí nació mi palabrita por todos conocida "Hacer el bass". Luego de esa tarde todo se tornó confuso, como una historia de espías, como una historia de "film noir" ¡jajaja! pues hubieron mil y un mensajes que me hacían llegar, rumores y chismes, rondas nocturnas y nada de acción, así pasaron un par de días y lo peor de todo que la doncella del castillo se había desaparecido ¡tácticas femeninas!, cuando de pronto, una tarde una de sus secuaces me dijo anda el domingo al Cine Saenz Peña a la función de matineé, allí te va a esperar, una vez más WOT? RE-WOT?, nuevamente quedé en el éter, y lo peor de todo fue que le conté a mis patas quienes -como todo hombre práctico- me dijeron "Ya pes le caes no más" y seguimos jugando fulbito, vaya consejo, vaya aliento, vaya libreto.
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Fueron días agobiantes, sin saber noticias de la evasiva mujercita, ya parecía esa canción de Maná que dice "Ando buscándola en Japón, ando buscándola en Nueva York, ando buscándola en mi cajón, ando buscándola en Cancún, ando buscandola en Katmandú, ando buscándola en Honolulu", cuando ¡Al fin llegó el domingo!, presto a ir a la matineé, me vestí con la armadura de combate, un polo blanco OP, un blue jean Levi's 505, mis zapatillas blancas Nike de lona con puntera de plástico, el atuendo perfecto, un poco de perfume "English Blazer" de Yardley y a ¡La carga!, como todo super-héroe fui solo al combate, cuando de pronto a una cuadra del cine, la ví, ¡Estaba escoltada por 300 chaperonas, en guardia para defender las Termópilas!, ¡Todas sus amigas habían acudido a acompañarla!, les confieso que dude, pero la adrenalina ya estaba corriendo por mis venas, traté de pasar desapercibido buscando un mejor ángulo de ataque cuando de pronto escuché un sonoro !Tony, Tony, hola!, su fiel escudera me había visto, y así levantando los brazos y señalando mi posición me había descubierto, el cazador cazado, cuando me uní a la multitud me sentí como un pajaro raro, totalmente desubicado, totalmente mudo ¡jajaja! lo peor de todo fue la película que vimos "Kramer vs Kramer" con Dustin Hoffman y Meryl Streep, ¡vaya rollo! y yo que aún no terminaba de secarme de la zambullida en "Star Wars", invité "canchita Laurel" a las cuatro chicas y luego tuve que ver tremendo drama, nos sentaron juntos y durante todo el rollo solo escuché cuchicheos y risitas, al salir de la función, ya de noche, serví de escolta a todas, bueno, eran tres chicas, tres escoltas listas para matar a la primera, dejamos a la última chaperona y ¡al fin! me quedé a solas con ella, fueron dos cuadras de caminata lenta, dos cuadras que parecieron dos kilómetros.
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Como todo caballero asumí la ruta al borde de la pista, con las manos en los bolsillos y ella con los brazos cruzados ¡parece que fue ayer!, no dijimos una palabra, ni siquiera cruzamos miradas, dentro de mí sonaba una voz que decía "dile algo, dile algo" pero yo no atiné a hablar, sólo pensaba en lo bonita que era, en todas las veces que compartimos momentos patinando, en los helados, la playa, las bicis, en... el carro de su papá, brillante e invicto, que estaba estacionado al frente de su casa y mi mamá y mi abuela asomadas en el balcón de mi casa, tomando el fresco del verano, las cosas se complicaron, alzamos nuestros brazos y saludamos a mi madres, ellas nos respondieron con una sonrisa (la sonrisa de mi mamá es lo máximo) y un batir de tiernas manos, llegamos a la puerta de su casa, ella tocó el timbre y su hermano le lanzó la llave desde el segundo piso ¡Oiga! me saludó y volvio al interior, ella abrió su puerta e ingresó, a su casa y desde el umbral me dijo "¿Toninho, no tienes nada que decir?, ¡Tremendo jab de derecha! me quedé mudo por un segundo que pareció una eternidad, "Esteee... si ¿no?, si, quería preguntarte algo", ¿Que cosa? me dijo, y lancé el contraataque, la pregunta del destino, la hora de la verdad. ¿Quieres ser mi enamorada?, no recuerdo si lo hice con los ojos cerrados, pero cuando reaccioné ella me estaba mirando fijamente, con un tibia sonrisa y estrellas en los ojos me dijo ¡Si!, acto seguido se acercó y me dio un beso (que duró hasta el lunes), el beso más tierno, el beso más amable y sincero, mi primer beso de enamorados.
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No recuerdo bien que otra cosa ocurrió aquella lejana noche de Febrero de 1980, solo sé que a partir de esa fecha nuestras madres conversaban mucho más que antes e intercambiaban postres cada vez que podían, las vacaciones se tornaron multicolores y ví muchas películas ridículas en el cine, gasté mis propinas comprando ositos de peluche, regalitos e invitando salchipapas, los cajones de mi escritorio se llenaron de cartitas perfumadas adornadas con dibujos y calcomanías de "amor es" y llené mi cómoda con regalos tiernos.
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Tener enamorada era una sensación rara, tan rara como portarse bien y guardar los buenos modales, cosa que entre hombres casi siempre obviábamos queriendo así mostrarnos rudos y despiadados, así fue pasando el verano, entre salvajes y "niñas bien", fueron dos meses en technicolor dedicado a mi "chica", dejé a mis amigos de lado muchas veces por estar con ella tan solo en la puerta de su casa, o por ir a patinar o por llenar los "slams" de sus amigas, algunas de ellas se emparejaron con algunos de mis amigos y así formamos un grupo bien bacán, hasta que...se terminaron las vacaciones, llegó Abril y todo el mundo se fue al colegio, no sé si las nuevas responsabilidades nos alejaron o el amor se acabó con el verano, pero a mediados de ese mes teñido de plomo, nos quedamos mirando y nos dijimos ¿Terminamos? y de mutuo acuerdo cada uno se fue por su lado, no volví a tener enamorada oficial hasta que conocí a mi esposa, y como la mayoría de mis amigos me dediqué a la "manchita", a la curia vengadora, a la jauría maldita a la horda metálica, con el pasar del tiempo y con mucha más experiencia nos convertimos en depredadores, en cazadores desalmados, en hijos de la noche que gozaban con el rock'n roll, las chicas y el desenfreno.
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Han pasado 29 años de aquel verano y aún lo recuerdo, fui totalmente felíz, el primer amor de verano, el primer beso, la primera separación.
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Actualmente ella se desempeña como consejera en una embajada y practica ciclismo, yo continúo viendo Star Wars y me lleno de nostalgia cuando escucho "Goodnight Tonight".
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Don't get too tired for love, don't let it end.
Don't say goodnight to love, it may never be the same again.
Don't say it, don't say it, say anything but don't say goodnight tonight.
Don't say it, don't say it, say anything, don't say goodnight tonight.
Don't say it, don't say it, you can say anything but don't say goodnight tonight.
1979 - Paul Mc Cartney and Wings - "Goodnight Tonight"..
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Antonio Gamio