
No me refiero a la vocación religiosa ni a la de servicio, sino a la vocación de imperio que según Victor Andrés Belaunde tiene nuestra amada patria el Perú.
El Perú nació grande, hace un poco más de 5,000 años surgió Caral tal vez el primer imperio de estas tierras, luego vinieron los Chavín, Mochicas, Waris, Chimúes, el Tawantinsuyo y el Imperio Español y de ahí la bien nombrada por Guillermo Thorndike república caníbal madre de todos nuestros males.
El Perú es por derecho propio la madre patria de casi toda Sudamérica, recordemos que la Nueva Castilla luego conocida como Virreynato del Perú abarcaba desde Colombia hasta la Tierra del Fuego, solo esa "punta" brasileña (a partir de la latitud 45º O) era dominio portugués, es más, hasta podríamos reclamar las Islas Galápagos, la Isla de Pascua, las Islas Salomón, las Islas Fiji, Tahití, las Filipinas, pues desde el Callao zarparon sendas expediciones que descubrieron esos remotos lugares y los reclamaron para mayor gloria del Imperio Español del cual fuimos la joya de la corona, inclusive les llamaron Austrialis, en referencia a la Casa de Austria a la sazón linaje reinante en España, como decir la Austria del Sur. La tierra nos pertenece por derecho propio y si hablamos de dominio marítimo ¿porqué nos conformamos con 200 millas si podríamos reclamar todo el Pacífico Sur y parte del Atlántico?
Es por eso que se hace necesario revisar nuestra gloriosa historia y no conformarnos a los rudimentarios textos escolares (inclusive en las universidades mutilan nuestra historia) que sólo nos hablan de un Perú con 188 años de vida cuando lo cierto es que nuestro linaje imperial se remonta hasta unos 3,000 años antes de nuestro Señor Jesucristo, y en aquella época solo existían culturas e imperios semejantes solo en Egipto, Mesopotamia y China, el resto del mundo se deleitaba comiendo raices y viviendo en huecos.
Esto debí "postearlo" en Julio, lamentablemente no pude, pues no iba a decir ¡Feliz 28!, nada que ver, pues considero que un buen mes para celebrar a nuestra patria debe ser en Junio, durante el solsticio de invierno, todos los imperios que reinaron aquí celebraron ese acontecimiento celeste, el Sol visita nuestras tierras homenajenado a nuestra nación y que mejor fecha que el 24 de Junio, el Inti Raymi (la Fiesta del Sol), ya no como fiesta pagana, ni religiosa, ni mucho menos atracción turística sino como la reafirmación de nuestra vocación imperial.
¡Viva la Patria!, ¡Viva el Perú!
Antonio Gamio