martes, 3 de noviembre de 2009

Crioween


¿Qué es Crioween?, suena a edulcorante o a exámen de tejido humano, pero no es nada de lo que se imaginan, pues es un termino creado en los 90s por el grupo Pataclaun para designar a las fiestas del 31 ed Octubre, el Día de la Canción CRIOlla y HalloWEEN, cuando ambas se juntan nace el Crioween.

No sé, ni me interesa, quienes fueron los que instituyeron el Día de la Canción Criolla, lo único que sé es que no hicieron nada por fomentar ese bello legado de nuestros antepasados, pues de haberlo hecho no estuviésemos repletos de tanto ritmo "bubblegum" como el perreo o la cumbia.

Recuerdo a mis padres y parientes bailar algún bonito vals o alguna elegante marinera en las reuniones familiares, un vermouth Cinzano o un Gandia como aperitivo, recuerdo las comidas abundantes que se servían, recuerdo el buen vino Vista Alegre sobre la mesa, y el bajativo por excelencia el aromático pisco Sol de Ica, recuerdo que mi abuela materna tocaba el piano, su compadre, el padrino de mi mamá tocaba el laud, y mi tía Estela entonaba lindas canciones criollas, por ahí algunas veces algún tío se animaba con las castañuelas, o a veces mi tío Carlos, más conocido como El Bola fungía de tenor, lanzando al viento famosas arias, o yo mismo recitaba alguna poesía que me facilitaba mi abuelo, recuerdo que siempre las terminaba con un "te quiero mucho mamá", luego al caer la tarde se servían los picarones acompañados de un más que oloroso café, y de ahí a ver los Picapiedras, el Topo Gigio y a la camita.

A pesar de todo lo anterior nunca celebré el Día de la Canción Criolla, siempre fue un día más que pasó desapercibido, y hasta ahora es así, no obstante me gusta la música criolla, de los ortodoxos me encantan Chabuca, Avilés, Polo Campos, De La Cruz, Bartola, Arturo "Tuta" Cavero, de los nuevos ¿Creo que no hay?, pues no conozco ni uno, tal vez Gianmarco, lo escuché cantando valses en alguna oportunidad, lo hizo bien, pero le faltó algo más de "feeling", de la vanguardia fusión, los Hijos del Sol, Micky Gonzales y un DJ, cuyo nombre lamentablemente no recuerdo, que mezcla valses con música electrónica.
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Halloween, igualmente nunca le mostré interés, a pesar que conocí esa tradición anglosajona de pequeño debido a la influencia de mis parientes extranjeros, nunca le ví el gusto por disfrazarme de bicho raro, monstruo, vampiro, momia o diablo. Fue recién en los 90s que con mis primos nos mandamos traer de New York unas máscaras de látex, yo usaba una de un horrendo lobo con colmillos enormes, mi primo Roberto una de un espeluznante vampiro vertiendo sangre por la boca y mi prima Audrey una de bruja verde con enorme nariz, así con las máscaras puestas y cubiertos con capuchas salíamos la noche del 31 solíamos escondernos tras los muros de granadilla de los solitarios pasajes que interconectan las calles de la Urb. San Joaquín y al detectar el paso de alguien aparecíamos a asustar, varios insultos y golpes nos llevábamos a casa luego de nuestros ataques, pero llenos de una cruel e insana alegría por haber asustado a muchos, tanto nos gustaba hacer esa maldad que llegamos a usar las máscaras a lo largo del año, cada vez que venía el aburrimiento salíamos por las calles a espantar a la gente, hasta que un día una señora, amiga de la familia se quejó con mis tios y con mis abuelos y con mi mamá y... se acabó el Halloween.

Ha pasado mucha agua bajo el puente desde que escuché cantar a El Bola "O sole mio", otro tanto desde que con mi primos asolábamos las calles de San Joaquín, y yo sigo igual, sin inmutarme por alguna de éstas celebraciones.

El viernes que pasó fue 30 de Octubre, con mis colegas del trabajo salimos a celebrar "El Día de la Integración IT", fuimos a Cieneguilla a un hotel campestre, desde que llegamos hasta que salimos la música criolla no cesó de escucharse, valses, polkas, marineras, tonderos, ritmo negro que hicieron bailar hasta el más aburrido (o sea yo), hasta décimas se lanzaron al aire, todo esto sazonado con abundante pisco sour y vino chileno ¡Faltaba más!, el vino chileno hace el maridaje perfecto con la comida peruana, pachamanca, parrilla y ensaladas, picarones, mazamorra y arroz con leche, dicho sea de paso hicimos un concurso de actuación que fue ganado por ¡Mi equipo!, un trofeo, lapiceros, polos, libretas, calculadoras, gorros, canguros, mochilas y bolsos para cada uno, una torta y una cena en "Corrientes 348" para los 18 de la fama o sea mi equipo y yo.

Salimos de Cieneguilla henchidos de criollismo, se hicieron planes para continuar la fiesta en alguna peña barranquina, todo el mundo avisó a su casa que llegaría algo tarde esa noche, y así entre piropos, pole dance de una espontánea, bromas y chistes llegamos a San Isidro, ochenta personas desembarcamos de las naves, tres buses alucinantes full equipo, subimos al piso 10 y ¡Oh sorpresa, era la Fiesta de Halloween!.
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Las chicas de los pisos 10 y 11 tuvieron la gran idea de (so-pretexto de agasajar a los hijos del staff) armar una fiesta de Halloween, como tuvo gran acogida se unieron las otras sedes, San Martín, Fénix y Miraflores y ¡No faltaba más! se organizó un concurso de la mejor decoración y vestimenta, ¿Quienes creen que ganaron? es obvio, nosotros, el piso 10 arrasó con todos los premios.

El ascensor se abrió y fuimos recibidos por Jill (oe Gamio ¿Y ahora que sigue?) una guapísima bruja de boca color carmesí, ¡Bienvenidos a esta noche del terror!, nos repartió algunos artefactos maléficos y nos hizo pasar al Salón del Terror dentro del cual todas las chicas estaban disfrazadas de brujas, cada cual mas guapa y espectacular que la otra, todas con sendas calabazas repletas de algún brebaje ponzoñoso que solo me hizo bailar más, otras repartían bocaditos de grotescas formas de insectos y otras animaban la fiesta, solo algunos chicos como mi broder Fernando lucían rojos cuernos y tridentes plateados, fue una gran noche de brujas, donde se escuchó desde Guns'n Roses hasta The Group Five osea ¡El Gruuupooo Ciiiincooo!, ¿Y los niños? pues, en el piso 11.
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Fue un verdadero Crioween, en un día pasé de Chabuca al Grupo 5, de Cavero a DJ-Tatana, de Los Zañartu a Guns'n Roses, de beber vino a alguna mezcla de Red.Bull con Vodka y marrasquino, de carne de cordero a mazapan color negro, de pisco sour a Peroni, de Lima-Perú al mundo entero, de la "Misa Criolla" a "Modern Love", fue la fiesta local el mundo.
Antonio Gamio


Hay un vals que siempre se lo dedicaba mi abuela Beatríz a mi abuelo Raúl, aquí les comparto un pedacito:


Fina estampa, caballero,
caballero de fina estampa, un lucero,
que sonriera bajo un sombrero, no sonriera.

Más hermoso, ni más luciera, caballero,
y en tu andar andar, reluce,
la acera al andar andar.

Te lleva hacia los zaguanes,
y a los patios encantados,
te lleva hacia las plazuelas,
y a los amores soñados.

Veredita que se arrulla,
con tafetanes bordados,
tacón de chapín de seda,
y fustes almidonados.

Vals: Fina Estampa
Autor: Isabel "Chabuca" Granda

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