
Nuestra ciudad dejó de ser hace mucho tiempo la Tres Veces Coronada Ciudad de los Reyes, la Ciudad Jardín, La Lumbrera del Pacífico, antaño símbolo de lo más exquisito y sobrio del Pacifico Sur se convirtió según Sabastián Salazar Bondy en Lima la Horrible, y ostenta este título desde 1964, ya son 44 años de esperpento.
Hace mucho tiempo, antes de la invasión española, en lo que actualmente es el Centro de Lima, se encontraban los dominios del cacique Taulichusco, este asentamiento como todos los existentes en aquella época tenía como plan la grilla, amplias calles cortadas en 90º cada una, a sus lados se mostraban edificios de barro y adobe con amplias huertas de cultivo, con la llegada de los españoles la fundación de la nueva ciudad fue llevada a cabo sobre el mismo plan, de ahí lo que hoy conocemos como "El Damero de Pizarro", los solares se ampliaron pero se continuaron manteniendo las huertas y se añadieron jardines, con el pasar de los años la ciudad creció y las riquezas también, para proteger a nuestra riquísima ciudad se erigió una formidable muralla dentro de la cual se desarrolló lo que conocemos como "Cercado de Lima", el nombre es obvio, cercado por las murallas. A mediados del siglo XIX el crecimiento de la urbe fue tal que durante el gobierno del presidente Balta se decidió de arbitraria derrumbar la muralla, según Raúl Porras Barrenechea "murió virgen de pólvora", y es en ese punto, el punto de no retorno, en donde empieza la decadencia de Lima como plan urbano.
Lima sin su muralla (tras la Iglesia de San Francisco aún hay restos de ella), creció en desproporción. Contando con un plan urbano magistral diseñado por arquitectos y urbanistas de talla mundial quienes vieron conveniente mantener intactas las zonas de las Pampas de Amancaes, el Valle del Rimac y el Valle del Chillón para usarlos como lugares de esparcimiento y como pulmones de la ciudad creando así una muralla verde que acogiera a la nueva urbe, como todos vemos y vivimos, nadie hizo caso al plan.
Los intentos por salvar la ciudad se dieron con efectividad hasta 1969 luego de lo cual todo se detuvo para dar paso a la ocupación ilegal de terrenos por parte de las oleadas de inmigrantes del interior de nuestro pais, lo peor de todo, oleadas patrocinadas por el gobierno de facto, el Cerro San Cristobal que hasta mediados del siglo XX se teñia de amarillo en Junio dio paso a lúgubres viviendas de color marrón, los amancaes fueron arrancados o pisoteados y dieron paso a miles de casas de esteras creando con el tiempo el distrito más populoso de la capital y los únicos valles de la ciudad desaparecieron siendo ocupados por oleadas de invasores que entre muchas cosas trajeron desorden, suciedad y barbarie. Y para empeorar las cosas, la mayoría de arquitectos e ingenieros brillantes se fueron del país a buscar nuevas promesas en tierras extrañas, Lima se quedó sola, en manos de unos cuantos "genios del modernismo" que impusieron el brutalismo como sello del gobierno, así se erigieron enormes cuarteles, ministerios y edificios que en su arquitectura desmesurada y urbanismo ilimitado reflejaban la autoridad paternalista de los nuevos gobernantes, no obstante hubieron ciertos aciertos, muy aislados por cierto como el ACENESPAR en Ñaña.
Hoy, nos encontramos viviendo en un enorme centro comercial, en donde las normas básicas del urbanismo se han perdido hace mucho tiempo, en donde los Principios Vitruvianos de utilidad, firmeza y belleza brillan por su ausencia, nuestra ciudad es un enorme conglomerado de calles sin sentido repletas de todo tipo de vehículos, con cada vez menos parques y más monumentos absurdos de frío concreto, sin vistas panorámicas que inspiren calma y reflejen armonía, alejada de la naturaleza, el paisaje campestre más cercano se encuentra a 45 minutos del Centro, toda una eternidad debido al caótico sistema de tráfico vehicular, lo mismo con el mar, solo La Punta goza de aquel espectáculo natural a tiro de piedra y eso que los brutales marinos ya expropiaron con la venia de la alcaldía un pedazo del tradicional Cantolao, la Costa Verde tiene tanta contaminación visual "legal" que cada día el mar está más alejado, y una vez más los alcades y gobiernos ignoran los planes desarrollados por los nuevos y brillantes arquitectos y urbanistas que al parecer se han convertido en los únicos seres pensantes en lo que a construcción se refiere, para citar un ejemplo, alrededor de mi oficina, situada en una zona residencial de Miraflores-San Isidro, se han construido en siete cuadras a la redonda, en el lapso de 10 años, ¡12 edificios multifamiliares!, en promedio cada uno de ellos cuenta con 7 pisos, 4 departamentos por piso, saquen la cuenta, más o menos 336 familias, de las cuales unas 300 tendrán auto, ¿se imaginan?, un sector residencial, de calles angostas, el impacto en el medio ambiente es brutal, ¿Y que de las mansiones aledañas? el robo de iluminación natural, la invasión de espacio aéreo, la tranquilidad, ¿Es que aquí a nadie le importa conservar la ciudad?, Paris por ejemplo tiene un barrio llamado La Défense en donde los estilos arquitectónicos son ilimitados, hay zonas residenciales que bordean Bois du Bolougne en donde no se permite erigir edificios de más de cinco pisos y el Centro de la ciudad es intangible, salvo excepciones en donde el arte y el buen gusto ganan la batalla, lo mismo sucede en Londres, Madrid y Buenos Aires.
Pese a todo ese oscuro panorama actual aún se puede encontrar belleza, es poca pero la hay, los distritos fundadores persisten en embellecerse y aún hay vecinos que desean que esta ciudad recupere su brillo de antaño, somos pocos pero algo dejaremos, no obstante nuestra ciudad se sumerge a diario en un mundo de caos y confusión (¿Alguien dijo ¡Ying-Yang-Yo!?), en un lugar en donde lo común es el desorden y la informalidad, en una ciudad diabólica, en la Civitas Diaboli, la Ciudad del Diablo.
Antonio Gamio
2 comentarios:
Como que Lima ya no puede ser llamada la Ciudad Jardín?
Creo que ahi estas en un error, Lima sigue siendo y sera la Ciudad Jardin por mucho tiempo mas...
Porque alguien la riega y otro la abona. :p
De pena...
Bueno post
*Jesse: ¡Buena, Bueno!
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