Hasta hace unos pocos años atrás Lima era una ciudad que había perdido su vida nocturna, los ensañamientos terroristas o la falta de poder adquisitivo de la vilipendiada clase media tal vez fueron los factores de ese desierto nocturno. Actualmente la Ciudad de los Reyes ha vuelto a vivir de noche y a hospedar a aquellos seres urbanos que asumen roles tan disímiles que van desde salvadores de almas hasta depredadores de cuerpos.
Ingresar en la noche es algo que me agrada mucho, manejar lentamente por las avenidas de la ciudad al borde de la medianoche me da la posibilidad de observar a las criaturas nocturnas que la habitan y visitan. Los de siempre, la especie a quien yo califico como “The Workers”, los infaltables vigilantes vestidos de marrón son quizás los entes más adecuados para narrar una noche larga, los inefables policías de cuerpos adiposos a bordo de sus destartaladas Pathfinder también, esa es la especie depredadora por excelencia, buscando alguna víctima, alguien que falte a la ley ya sea por omisión o con conocimiento de causa para papeleta en mano vaciar sus billeteras, siempre ocultos en la penumbra de alguna calle, siempre al acecho, otros habitantes son las vivanderas, equipadas con carretillas repletas de toda clase de menjunjes calientes, otras repletas de grasa animal ofreciendo sanguches “de a luca”, otras repletas de golosinas y bebidas compradas quien sabe donde y con fecha de vencimiento expirada, también pululan por ahí los ya populares “cuidadores” o “acomodadores” tipos de aspecto famélico que en muchos casos forman parte de bandas de ladrones, también están los “dateros”, son aquellos que brindan estadísticas al paso a los buses de transporte público, utilizan unos códigos algo extraños, argot del gremio, jerga de “combi”, de cobrador, y mientras algunos predicadores auxilian a los niños abandonados en las vetustas calles del Centro otros levantan borrachos de las calles barranquinas, otros que sirven a la comunidad son los encargados de la limpieza, ataviados con mamelucos con cintas fluorescentes recorren la avenida limpiando lo que otros ensuciamos, en medio de esta ebullición, en medio de la noche aparecen los canillitas, dirigiéndose raudamente, ya sea a pie, o en bicicleta, o en cualquier medio de transporte hacia los lugares de distribución de los periódicos que darán las noticias apenas salga el sol.
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Por otro lado están las personas “In the mood”, los bohemios de aquí y de allá, aquellos miles que llenan la noche en busca de diversión, unos se perfuman con Geoffrey Beene otros con Unique, unos visten Perry Ellis otros Gamarra Store, unas calzan Apology otras Platanitos, unas van en sus 4x4 otras en combi, pero todos se unen dentro de esa gran noche limeña que ya no conoce de apellidos sino de billetes, de plástico, drogas y rock’n roll. Los hay de distintas especies, están los “Geeks”, siempre con gafas, concentrados en sus I-Pod o en sus Blackberry mientras toman café, también figuran los “Avant Garde”, disfrutando de un buen trago en algún bar con música “chill out”, otros son los “Full Fashion” aquellos que proponen un aspecto metrosexual sin límites, siempre ataviados dentro de una marca europea, siempre disfrutando del trago más exótico, siempre conversando de la última edición de Cosas, Cosmopolitan o GQ, por último están los “Emerging Markets” que son todos aquellos que desean figurar en la noche no importa como, son aquellos que van a los lugares más populares, no buscan calidad sino juerga sin límites y si acuden a algún sitio de prestigio terminan por espantar a los clientes habituales, es la especie más temida porque dentro de ella se encuentran los “reyes de la papa” y las “reinas de las polladas”, el “sobrino del comisario” y la “ahijada del congresista nacionalista”, son todos aquellos que causan accidentes por manejar ebrios, son aquellos que siempre terminan empotrados en algún poste, muertos en los acantilados de Barranco o simplemente armando la bronca a alguien que se cruzó en su camino, toda esta especie se moviliza en 4x4 con timón cambiado traídas de Tacna, siempre con el volumen a tope y siempre en patota.
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A todos esos cinco grandes grupos los rodean las criaturas de la noche, la especie “Dracul” los demonios que pululan por nuestras calles, están las prostitutas, desde la regia y perfumada que cobra US$ 300.00 por hora en cualquier lugar de San Isidro hasta la regordeta y desdentada que ofrece sus servicios por S/.15.00 en la Plaza San Martín, las “peperas” que te levantan en cualquier bar de la Calle de las Pizzas hasta la que te rapta en algún local de San Juan de Lurigancho, también están los travestis, en reñida competencia con las mariposas de la noche, los hay para todos los gustos, desde los más afeminados que fácilmente pasan por mujeres al borde del Puente Quiñones hasta los bagres de la Av. Grau, otros son los gigolós de aspecto atlético que abundan en el Parque Kennedy, los “cachaquitos” del Jr. De La Unión, conscriptos que en sus días libres brindan sus servicios a viejos homosexuales, se suman a esta fauna los delincuentes, y estos hay a montones, algunos se disfrazan de empleados, de "clerks", de "staff", con terno y corbata esperando alguna víctima en un ATM, otros asaltan a mano armada a la salida de las discotecas del Boulevar de Los Olivos, otros merodean la ciudad disfrazados de taxistas a bordo de sus SW amarillas esperando que alguna linda chica suba para asaltarla y violarla, están también los “drug dealers”, aquellos que hacen servicio de delivery o bien las venden al paso, al menudeo.
La noche limeña es toda una aventura de la cual algunos disfrutamos, otros la sufren y muy pocos se pierden dentro de ella en un viaje sin retorno.
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Are you a lucky little lady in the city of light?
Or just another lost angel...city of night
City of night, city of night, city of night, wooo!, cmon!
Drivin’ down your freeways
Midnight alleys roam
Cops in cars, the topless bars
Never saw a woman...So alone, so alone
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1971 - The Doors - "L.A. Woman"
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