miércoles, 22 de octubre de 2008

¡¡¡Rock'n Roll!!!


"We rock at dawn on the front line like a bolt right out of the blue, the sky's alight with the guitar bite, heads will roll and rock tonight"

AC/DC - "For Those About To Rock"

Rock'n Roll, en el argot de mi pequeño mundo tiene varias connotaciones, puede ser un momento de diversión, uno de éxtasis laboral (ese cuando vas a 1000 km/h resolviendo todos los problemas de universo), el apelativo cariñoso de una de mis amigas, o simplemente realizar un plan elaborado minuciosamente a ritmo de heavy metal.

La esencia de la expresión "rock'n roll" es la fiesta, la juerga y si de juergas hablamos pues no hay mejor acompañamiento que el rock'n roll. Y si de fiestas y juergas se trata tenemos una gran variedad desde el rock'n roll con tus mejores amigos hasta el muladar orgiástico cuyo lema es "la vida vale nada".

A lo largo de mi vida y ya a la mitad de ella, he participado en casi todo tipo de "rock'n roll", recuerdo los primeros, esos cumpleaños a donde íbamos con el ternito de pantalón corto y la corbata michi y regalito en mano saludábamos al festejado(a) luego bailábamos obligados por las madres y comíamos gelatina, mazamorra y chocolates y a eso de las 20:00 horas cada cual partía a su casa con una porción de torta y un recuerdo bajo el brazo, acudí a un montón de esas fiestitas y remotamente recuerdo una que marcó mi vida para siempre, en casa de un amigo bailamos "She Loves You" y "A Hard Day's Night" de The Beatles, ese fue el inicio del "rock'n roll" para mí.

Ya en el colegio, en primaria, las fiestitas continuaban siendo tan divertidas, lo que siempre me pareció extraño es que de un momento a otro las chicas desaparecieron, los hombres tenemos una especie de sensación sectaria dentro de nosotros la cual da a luz de pequeños y así buscamos reunirnos entre nosotros para disfrutar del "rock'n roll" sin bailar y para dar rienda suelta a nuestra infantil forma de ser, en aquella época las fiestitas eran reuniones de cinco o seis amigos y la pasábamos jugando con los Corgi Juniors y los soldaditos, o armando naves con el Lego o, lo que es más increible, haciendo formas de origami escuchando a Santana, Led Zeppelin y Doobie Brothers.

Iniciando la secundaria, la cuestión no cambió, el "rock'n roll" continuó siendo un club masculino, salvo excepciones cuando las hermanas se colaban con las amiguitas causando revuelo, es así que a mediados de secundaria el "rock'n roll" se trasladó a la calle, al cine, al malecón, a pasear por la Av. Larco o a comer hamburguesas en el Berna o comer pizza en la Mia Pizza ambos en la Av. Saenz Peña del Callao, solíamos escuchar Toto, The Wings, The Rolling Stones, hasta que se inauguraron las primeras salas de juego, "pinball" les llamábamos, el equivalente a los actuales "play", ahí se trasladó el "rock'n roll" no había mejor regalo de cumpleaños que pasarla con tus mejores amigos destruyendo naves y salvando a la Tierra de los alienígenas y con la violencia del Defender, Galaxian, Space Invaders, Strong-X y Pac-Man llegó el heavy metal, de aquellas tibias tardes con The Beatles pasámos a escuchar Iron Maiden y Judas Priest, hasta que alguien se enamoró, no recuerdo quien fue el primero en romper el círculo mágico, el poder del anillo se desvaneció y el "rock'n roll" volvió a vestir ropa bonita, chicas y baile, bocaditos y gaseosa y por ahí algún cocktail de algarrobina o maracuyá y obviamente la música disco, Blondie, Bee Gees, Donna Summer, Michael Jackson pero también Peter Frampton y Fleetwood Mac ¡eran los 80's!

Así entre chicas lindas, música linda y modales lindos pasamos varios "rock'n roll" pero siempre había tiempo de huir de la sociedad civilizada y reunirnos con los amigos, aquellos que a los "tonos" acudíamos impecables luego nos juntábamos para seguir a las hordas metálicas ataviados con blue jeans, zapatillas y polos de color negro con algún emblema en el pecho, el "rock'n roll" ya no era dignidad cumpleañera ahora se había convertido en cualquier ocasión buena en donde convergían nuestras energías, pasábamos horas robadas a los estudios intoxicándonos con el más contaminante heavy metal, culminamos el colegio a ritmo de "We Are The Champions" de Queen y de ahí a la universidad, al instituto, a trabajar o a vagar por siempre, acompañados de los ritmos más brutales que jamás oido alguno a escuchado, tocamos fondo con Bathory, Queen Diamond y Mercyful Faith, fueron años cubiertos de toneladas de metal que teñían el cielo de rojo (parafraseando a Hellion), compartiendo jornadas con gente como "El Mosquetero Sucio", "El Monstruo del Rock" su hijo "La Bestia" y el "Eddie Peruano" (vean la mascota de Iron Maiden), inclusive pasamos una noche en la comisaria de San Miguel alucinando a los policias, hasta que, nuevamente alguien se enamoró, y el círculo se rompió una vez más y el "rock'n roll" volvió a significar las fiestitas de cumpleaños.

El "rock'n roll" cada vez más ecléctico y cada vez más alcohol y cada vez más chicas, una carnada difícil de evitar, a fines de los 80s solíamos "ponernos las pilas" previamente antes de acudir a un "rock'n roll" así deshinibidos podíamos bailar con cuanta chica pasase por delante nuestro, y ¡vaya que resultaba!, las juergas se hicieron interminables pues cada quien tenía un amigo que a su vez tenía otro amigo y así todos los fines de semana había "rock'n roll", y fue bacán, aventuras alucinantes con toque de queda incluido, de La Punta a Las Lagunas de La Molina y de Punta Hermosa hasta San Felipe en Comas, el "rock'n roll" ahora contenía salsa sensual de tintes antropófagos "Devórame Otra Vez" o de reminiscencias pornográficas "Desnúdate Mujer", o con clamores amnésicos "Hazme Olvidarla" y afanes acosadores "No Podrás Escapar de Mí", pero dentro de toda la vorágine "tonera" siempre hubo lugar para Styx o ELO.

Ya en plenos 90s el "rock'n roll" se trasladó a las playas del sur, usualmente el "point" era el Mediterráneo Beach o el Psicosís, y aquí en Lima lo eran, entre otros, el Nirvana y el Biz Pix (su mejor época fue el 87), los cumpleaños quedaron relegados y la juerga se armaba cada viernes saliendo de la oficina, íbamos a la playa en tres o cuatro autos, la armábamos en La Herradura y de ahí al sur o al Nirvana o a la casa de una amiga en Pulpos, allí en aquella playa gozamos del "rock'n roll" más salvaje y libertino, fueron fines de semana enteros plagados de excesos de todo tipo, los 90s fueron años de descarrilamiento total, Pulpos, Punta Hermosa, Punta Negra, Gallardo, Cerro Azul, Santa Rosa, Hornillos, El Sentinela, La Albúfera, si pudiera retroceder el tiempo borraría gran parte de esas huellas tan siniestras, no obstante, divertidas en su momento, el "rock'n roll" se volvió setentero, vietnamita, con perfume de patchouli, Doors, Procul Horum, Cream, Grand Funk y los omnipresentes Rolling Stones.

Me enamoré y las juergas interminables plagadas de fuegos artifciales y ácido muriático, etanol, látex, encaje y piel se acabaron y retornó (una vez más) la fiestita de cumpleaños, en donde hay torta, bocaditos, buffet, gaseosa, vino y cocktails vistosos, brindis bonitos y risitas, los recuerdos familiares emergieron de pronto y recordé que de pequeño junto con The Beatles también escuchaba a Frank Sinatra, Glenn Miller y Gardel, Chabuca y Tello (crecí entre viejos), cambié el heavy metal por el prog, el jazz, el rythm and blues y el chill-out, ahora conversamos de economía y política, de arte y arquitectura, de los hijos, de las esposas, de la verdad y de la mentira, de la globalización y la extinción de la raza humana, alguien me dijo, "eres un burgués", pero en medio de todo ese mundo ordenado y tranquilo siempre habrá tiempo para el "rock'n roll", ese momento mágico detenido en el tiempo durante el cual te reunes con tus buenos amigos y entre risas y "no quiero" se van animando con Absolut y de ahí como por arte de magia te encuentras en plena Av. Javier Prado atollado por el tráfico y alguien sale por la ventana del auto en el que te encuentras y le grita a la multitud ¡Avancen c...jo! y sientes que todo el Perú te ha observado y más adelante esa misma persona observa a unas chicas en un gimnasio haciendo spinning y les grita ¡Que feos p...tos! y percibes que esa escena ha sido grabada por alguien que luego la colgará en YouTube y luego en medio del caos vehicular reinante, una posibilidad entre un millón, te detienes al lado de un auto y ¡Oh sorpresa! una de tus mejores amigas, ex-alumna de un colegio de prestigio, se encuentra de piloto y observas que otro amigo tuyo ha bajado del auto como alma que lleva el diablo y ante tu cara de asombro la piloto solo atina a decir ¡Se mea!, ese es el corazón de "rock'n roll", la vibración y el rugido que solo emana de un motor de 12 cilindros, esa misma sensación que sientes cuando escuchas gritos de chicas y al acudir en su asistencia te dicen con cara de haber chupado limón "¡Que aaasco, ha escupido el parabrisaaas!" y observas a uno de tus amigos refregando con su chompa el esputo salido de su alcoholizada boca a fin de obtener una mejor visión para el conductor, o cuando alguna de tus amigas muy lady y popia se niega a beber a pico de la botella y ante tu insistencia (con "Pedro Navaja" a coro) y con cara de repugnancia te dice estoicamente "Salud pues" y se aplica una dosis brutal de vodka que tumbaría al más plantado cosaco y esa misma botella la "secas" con otra lady de nariz en alto que te dice "¡Estamos en la calleee!, ¡Salud!", momentos bipolares inolvidables y luego la observas alumbrar el cielo con sus ojos cual reflectores antiaéreos, si, esta vez el brindis lo haces a pie, en plena avenida central a vista y paciencia de la multitud de personas y vehículos que transitan por ahí y que se encuentran atorados en la horrible vorágine del tráfico limeño y luego la pasas bailando en alguna discoteca perfectamente olvidable observando como uno de tus amigos "afana" a una chica a la cual nunca más verá para lo cual provee de cervezas a todo el mundo, ese es el latir del "rock'n roll", esa sensación de libertinaje y de adolescencia, de desenfreno y existencialismo que solo lo experimentas en momentos extraños en los que el universo entero conspira para que la pases bravazo.

Esto no es una apología de la juerga, pero, nunca se es demasiado viejo para el "rock'n roll".

Antonio Gamio

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Caramba... lo viví todo sin haber estado ahi.
Registro diafano de una vida ligada a ese constante ritmo enfurecido y nunca aliviado.

Gerardo Viacava dijo...

Vaya rollo de pianola...
insatisfacción hasta hallar victoria

Antonio Gamio dijo...

Anónimo: "ritmo enfurecido y nunca aliviado", ¡Si! eso es "rock'n roll

Gerardo: Así es, ¡Hasta la victoria! siempre...

Anónimo dijo...

Buen género de música, por más que la gente esta tía y los cantantes de antaño sean abuelos y muchos de ellos con males prostáticos, seguirá el Rock latiendo por nuestras venas y retumbando en nuestros cerebros, esos cerebros que alojaron todo tipo de estimulantes y/o alucinantes, huésped ilustre en esos años, jejejejeje. Tampoco hay que olvidar el Rock en español con grupos argentinos (al menos algo bueno de ellos) como olvidar las juergas en la feria en la hora de los estelares, cuando entrabas a la feria caletita tu trago de vodka, como olvidar los estelares donde la famosa hierva era buena compañía, me van a decir que nunca se metieron hierba o nunca lo desearon, ya pues y eso mismo va para las chicas, jejejejeje. Nos vemos tiras de cabrones. Pocho.

Deborah dijo...

Esperate que en un par de anos hablaras de valcesitos criollos y de boleros. Te recomiendo que te roquees de vez en cuando para que no pierdas la esencia. A proposito Eva Ayllon viene a Chicago. ESO, ESO, TOMA, DALE!! Arriba Peru Trabajo!!!

Antonio Gamio dijo...

Pocho: Rock Argentino, sobre todo de la época militar...

Deborah: Eva Ayllón... ¡yiaggghhh!