miércoles, 27 de octubre de 2010

Arturo


Arturo es un tipo genial, un tipo de aquellos acostumbrados a tenerlo todo en la vida, un tipo que no le ha faltado afecto, una persona buena y noble, un tipo de aquellos pocos a los cuales el stablishment no ha subyugado.

Arturo creció en un hogar de padres separados, se crío con su madre y abuelos, rodeado de ancianos y de buenos amigos, último ejemplar de su rancia estirpe, fue criado a cuerpo de rey, hijo único al igual que yo pero con el cariño para siete ¡igual que yo!

Y su primer amigo también fui yo, en el inicio de los tiempos, cuando la felicidad era cosa de todos los días, cuando no había más preocupación que ver a Roy Rogers en TV, los días los pasábamos escuchando a The Beatles y tomando lonche con cubiertos con figuras de Mickey Mouse, jugábamos con nuestros soldaditos de plomo a ritmo del “Kaiser-Walzer” de Strauss tratando así de darle un tono caballeresco al combate, en otras oportunidades armábamos enormes pistas de carrera con ladrillos Lego y sobre ellas deslizábamos nuestros pequeños autos Corgi Juniors, aún recuerdo que mi favorito era un Lotus Europa color verde y el de Arturo era un Maserati Ghibli color azul.

De adolescentes solíamos ir a patinar al malecón de La Punta, largas tardes de domingo adormecidos por el sol veraniego o refrescados por el frío viento invernal, acudíamos también a la pequeña laguna para hacer flotar nuestros acorazados de bolsillo que nosotros mismos habíamos hecho con la ayuda de mi abuelo, paseábamos en bicicleta y volábamos cometa al lado del Fuerte Real Felipe, jugábamos trompo, canicas y leíamos Astérix, Condorito y Corto Maltés, la playa era otro punto de destino, Cantolao, la mejor playa de Lima, siempre nos recibía con los brazos abiertos y ahí tendidos bajo el sol o simplemente mirando el horizonte saboreábamos un helado D’Onofrio.

No recuerdo cuando fue que Arturo y yo nos separamos, el tiempo que todo adormece ha borrado los registros históricos de esa partida, sin embargo mi memoria refleja claramente lo que el anduvo buscando durante nuestros años de tierna juventud, una mujer que lo quiera como tal, una mujer que lo trate suavemente, que lo mime y que le proporcione la suficiente entereza para enfrentarse al mundo y conquistarlo, una mujer que lo haga feliz, una mujer tan igual a él para que lo enfrente y lo ponga en su sitio, una mujer para que sea conquistada día a día, que no lo aburra y que le proporcione la libertad de una relación basada en la confianza más que en los papeles y los ritos.

Pasó el tiempo y yo continué en mi senda racional, en la búsqueda del conocimiento a través de la razón, pasé años anulando mi fe muchas veces por causa de la razón pura, por ese gran dictado kantiano que todo lo explica y lo que no puede explicar le llama metafísica, así transcurrieron los años basando mi vida en lo tangible, basando mis amistades en lo estrictamente correcto y mis relaciones amorosas en alianzas convenientes las cuales una vez que no representaban mayores ganancias eran desechadas como si fuesen figuras repetidas de algún álbum de colección de Editorial Navarrete, tal vez como un método de protección, tal vez como una coraza o tal vez porque la razón así lo dictaba.

Así con todos esos parámetros racionales me casé ¿O cacé? Pero igual, mi posición no varió ni un ápice, no tuve el menor cambio y todo lo que he realizado hasta el momento al lado de mi esposa es porque el cerebro así lo ha pedido, porque la razón lo ha exigido porque es lo estrictamente correcto, mi corazón estuvo callado hasta que volví a encontrar a Arturo.

Y pues, si, Arturo volvió a encontrarse conmigo, así de pronto como lo hacen los mejores amigos, era un día de Octubre, yo estaba en la oficina, cuando de pronto apareció, tan desenfadado como siempre, tan libre como él sólo puede ser, tan jovial y verdadero, tan sentimental y romántico, tan cursi y con cara de pastel, nos vimos, nos pasamos la vos y nos abrazamos y recordamos todos los buenos momentos que pasamos hace ya casi 22 años.

Arturo encontró aquella mujer que tanto buscó, llegó a su vida de pronto cuando menos la esperaba, cuando casi a la mitad de su vida había optado por olvidar su búsqueda, conversé al respecto con él y me enseñó que hay cosas sobre las cuales la razón no tiene potestad, que hay cosas que deben ser manejadas con el corazón pues el cerebro las arruina, que la metafísica no siempre es algo misterioso ni tampoco señal de lo desconocido y prohibido, y algo más interesante aún que nuestro corazón tienen un pequeño cerebro en donde se almacenan todas las razones que la razón no entiende ¡Eso lo dijo Blas Pascal!, además para jurar se lleva la mano al corazón, a la intuición se le dice corazonada, a la bondad se le llama corazón de oro y cuando se quiere bonito a alguien se dice: te amo con todo mi corazón.

También Los fabulosos Cadillacs hicieron del palpitar del corazón una canción: ”Por ese palpitar que tiene tu mirar, yo pude presentir que tu debes sufrir, por esta situación que nubla la razón sin permitir pensar, en que ha de concluir el drama que existe entre los dos, tratando simular tan solo una amistad mientras en realidad se agita la pasión, que envuelve al corazón y que me obliga a callar….yo te amo”

Las investigaciones parecen demostrar que estas cualidades intuidas del corazón tienen un formato inteligente. Se comprobó que las emociones se conectan con el corazón, que el corazón reacciona ante un estímulo antes que el cerebro, porque su campo electromagnético es 100 veces superior y puede tomar decisiones antes que el cerebro se entere. Además el corazón posee un sistema nervioso autónomo que le permite observar, aprender y memorizar.

Ahora tengo casi 22 años menos y una experiencia enorme, y creo que es hora de replantear muchas cosas en mi vida, buscar la felicidad y preservar los sentimientos que he vuelto a descubrir, sensaciones tan remotas como el paleolítico o el diluvio universal, sensaciones que pensé muertas pero que vivían oprimidas y esclavizadas por la razón, asumir mi complejo de Peter Pan y ser como niño nuevamente con aquella bella inocencia de antes cuando todo era un buen motivo para decir te quiero.


Antonio Gamio

martes, 19 de octubre de 2010

ESCAPE


¿Has pensado alguna vez en escapar?
No me refiero a escapar del trabajo antes de la hora, o a escapar de tu pareja para ir con tus amistades de toda la vida a la juerga inolvidable, o a escapar de esta vida con un certero disparo en la sien, ¡No! nada de esto, me refiero a escapar de tu rutina de vida, de tu entorno, fugar a otro lado del planeta empezar desde cero en Vichayito o en Providence Land o wherever.

Suena interesante esa aventura, pues es algo incierto que presenta riesgos, ¿La planeamos juntos?, a ver, eres la típica persona casada de clase media-alta con o sin hijos, tienes un buen trabajo, ganas un buen sueldo, tienes buenos colegas, buenos amigos, tu pareja es lo máximo y tus familiares te quieren mucho, pero... siempre hay un pero válido para iniciar toda aventura que se precie de serlo... no te sientes cómodo con todo eso que te rodea, no te sientes cómodo porque tu pareja te dijo que fue un error casarse contigo, no te siente cómodo porque tus hijos son unos mangazones buenos para nada, no te sientes cómodo porque el gran sueldo que ganas se diluye en gastos estúpidos y en causas solidarias, no te sientes cómodo porque tu pareja en vez de amarte como eres sólo juzga cada uno de tus actos, o es un viejo aburrido que en vez de hacerte el amor con pasión se dedica a coleccionar música criolla y a ver CMD, en fin, mil y un motivos válidos, ya tenemos las causales para la aventura, ¿Cómo empezamos?

En primer lugar debes decidir si vas a tratar de darle vuelta a la tortilla o simplemente vas a lanzar todo por la borda, yo opto por lo segundo, borrón y cuenta nueva, porque si persistes en salvar un barco que está haciendo agua sólo te llenarás de arrugas y crearás gastritis los cual se volverá úlcera y luego cáncer y morirás amargado en el cuarto de alguna clínica, y aquellos quienes te despreciaron y juzgaron se quedarán con todo lo que acumulaste ¡No!, por eso es mejor el borrón y cuenta nueva.

En segundo lugar debes elegir hacia dónde vas a fugar, dentro de tu distrito, provincia, departamento, país o continente o algo más alejado que eso, en mi caso fugaría a Brasil, a algún lugar de sus hermosas costas, previamente a eso tendría que haber revalidado mi pasaporte, obtenido mi visa, bolsa de viaje en el bolsillo y dejar todos mis papeles en regla, obviamente todos mis bienes inmuebles repartidos entre dos, mi nave Blackie la perdería al igual que todas mis prendas de vestir, escaparía con una mochila repleta de lo básico, siete blue jeans, unos veinte polos de algodón, ropa interior, perfumes, cremas, mis relojes, y algunos recuerdos muy queridos, algunos CDs de música y unos buenos libros, mis cuentas bancarias las dividiría entre dos, y algo que a muchos se les pasa de largo, un testaferro, una persona de mi extrema confianza que reciba mis encargos y vele por mi madre, un par de ajustes por aquí y por allá y todo listo.

En tercer lugar debes tener un plan de acción, ¿Qué harás en Timbuktú, en Iraskún o en Port au Prince? en mi caso fácilmente me las puedo arreglar como arquitecto en todas las fases del diseño desde un mueble hasta una ciudad, en el peor de los casos -por así decirlo- la pesca sería una buena fuente de ingresos, una vida simple, en un lugar simple, sin preocupaciones ni dictados de la moda, ni dictados de tu jefe, ni esposa o esposo que te fastidie y quiera ver algún ridículo programa de TV, ni llamadas de teléfono para colmo equivocadas, pero si tu soledad es tan intensa que no puedes vivir sin alguien al lado busca una compañía, alguien que sea tu sol a diario, que sea tu luz en la oscuridad que sea tu alegría y tu felicidad, alguien tan simple como tu capaz de no pelear contigo sino que a través del amor buscar la solución a los problemas y convertirlos en un simples 2 - 2, suena idealista, absurdo, hasta cursi, pero créanme ese escenario puede ser realidad y si es alguien como tú ¡Mejor aún! pero eso si, no olvides que si es como tú podría aburrirse como tu lo hiciste y escapar como tu lo hiciste y tal vez dejar en tí un profundo vacío difícil de llenar como tu lo dejaste en los seres que abandonaste, es uno de los riesgos, recuerda es una aventura.

En cuarto lugar, ya establecido en tu exilio, alejado de todos los compromisos que la sociedad y el stablishment te imponen deberás planear tu retiro, es decir tendrás que ser lo suficientemente sagaz como para inscribirte en algún plan de jubilación que te permita continuar con tu estilo de vida desenfadado y simple, y creo que no se necesita mucho para eso, y si tienes a alguien al lado pues deberás proteger su nivel de vida cumpliendo los requisitos y normas establecidas para que cuando partas de este mundo, ya sea al cielo o al infierno, dejes una pensión suficiente para que tu amor no sufra inclemencias.

En quinto lugar, creo que no hay un quinto lugar, más bien una advertencia, el escape no sigifica salir de "X" para ir a crear otro "X", todo lo contrario, el escape es fugar hacia la realización de tus ideales (ojo aquí, ideales=sentimientos=corazón=felicidad) de tus anhelos, crear tu felicidad plena, así sea viviendo en una cabaña que se inunda cada vez que crece la marea en el Océano Índico, o cada vez que el monzón llega a los trópicos, el escape es un cambio radical en tu forma de vida, en tu forma de pensar, en tu forma de actuar, y si es con alguien como vos a tu lado, pues ¡Mucho mejor! se reflejarán uno al otro y por eso se cuidarán de no repetir el mismo plato que fomentó sus escapes, nunca se aburrirán, nunca se acostumbrarán, serán tan felices tomando zumo de uva o una botella de Clos de los Siete, serán felices caminando con los pies sobre la tierra humeda así como paseando por la ciudad calzados con Salvatore Ferragamo, serán felices en London, La Habana o Tokio, les dará lo mismo comer una Big Mac que un carpaccio de salmón, ¿vale la pena el escape? yo creo que si, estoy seguro que si.

Si algún día no vuelven a saber de mí, ni se preocupen, ni me busquen, ni pregunten por mí, pues como pocos saben soy inmortal, no moriré del todo, no habré muerto habré escapado.

I’m finally out in the clear and I’m free
I’ve got dreams I’m livin’ for
I’m movin’ on where they’ll never find me
Rollin’ on to anywhere
I’ll break away, yes I’m on my way
Leavin’ today, yes I’m on my way
Just when you think you had it all figured out
Runnin’ scared can change your mind
I never knew I had so much to give
How hard times can fool ya
Oh I’m okay, I’m alright
Feelin’ good out on your own
I’ll break away, I’ll break away tonight
I’ve got dreams I’m livin’ for
I’ll break away
Yes, I’m on my way
I’m leaving’, leavin’ today
Yes, I’m on my way
This is my escape
Yes, I’m on my way
I’ll break away
Yes, I’m on my way

Journey - "Escape"



Antonio Gamio


P.S.

Algunos artículos incluyen fragmentos de letras de canciones, su razón es que las escuchen, busquen en youtube.

jueves, 14 de octubre de 2010

Entre Caníbales


Un caníbal o antropófago es aquel que come carne humana.

Supongo que habrás visto la trilogía del Dr. Hannibal Lecter (The Silence of the Lambs, Hannibal y Red Dragon) como él hay muchas personas con crueles tendencias por el placer con dolor, no tanto al nivel de aquel doctor sino en el aspecto retorcido de que el placer es el dolor de otro y viceversa ¿Estás tu en ese grupo?

Morder lentamente (léase leeeeeentameeeeeente), tanteando cada milímetro de piel, presionando con los dientes en la justa medida para que la mordida no cause cicatrices ni dolor intenso, solo una pizca de estremecimiento, sólo un atisbo de dolor, sólo una gota de deseo pero tan intensa como un temblor, un canibalismo sutil, sofisticado, despiadado, todos lo hemos hecho en algún momento de nuestras vidas, para algunos esto ya se olvidó pues la pasión se acabó, para otros es el momento y para muy pocos lo acaban de descubrir o re-descubir.

Y que mejor inicio al ritual caníbal que morder los labios, el labio inferior de una boca perfecta, de labios proporcionados, de un ser humano (hombre o mujer) lo suficientemente capaz para recibir esos ataques y también lo suficientemente retorcido como para contraatacar con éxito, el resultado de este primer momento es un par de labios hinchados, repletos de lujuria y placer.

Morder el cuello al mejor estilo vampyr es otra de las técnicas del gran juego de la seducción ¿Es técnica o perversión?, pellizcar con los dientes esa delicada piel causa que la adrenalina fluya a velocidades vertiginosas, morder y lamer, sintiendo como los latidos de tu presa van en aumento, como su cuerpo se estremece con cada embate de tu boca y de tus dientes y de tu lengua, y luego acariciar la herida disfrutando las marcas invisibles para luego volver a morder y lamer, morder y lamer el cuello de tu presa.

Así ataviados con trajes de cuero, acero y flagelos navegando por las tenebrosas sendas de lo animal, de lo instintivo, de lo básico, te revuelcas con tu víctima en una vorágine de deseo y placer, tanteando, palpando, mordiendo y lamiendo, mientras tu cuerpo transpira al ritmo de tus arremetidas, al ritmo de tus deseos primarios tal vez reprimidos por una débil cuerda que te une al mundo racional.

Busca y si aún no has encontrado a aquel ejemplar digno de presentar batalla sólo espera, cual cazador a la mejor presa, supongo que algún día llegara esa persona que se llevará los trofeos de tu depravación, de tu perversión, de tus más ocultas pasiones básicas, alguien que sea tan elegantemente decadente (elegantly wasted) como tú como para poner su bota fascista sobre tu cara o como para clavar sus stilettos en tu espalda. No sirven las palabras, gemir es mejor.

Una eternidad
esperé este instante
y no lo dejaré deslizar
en recuerdos quietos
ni en balas rasantes
que matan...

Entre caníbales
el dolor es veneno, nena
y no lo sentirás hasta el fin.
Mientras te muevas lento
y jadees el nombre
que mata...

Ah... come de mí, come de mi carne
Ah... entre caníbales
Ah... tomate el tiempo en desmenuzarme
Ah... entre caníbales

Una eternidad
espere este instante...

Soda Stereo – “Entre Caníbales”


Antonio Gamio

lunes, 11 de octubre de 2010

Paseando por la Ciudad I


Excelente título para dar inicio a una serie de artículos relacionados con nuestra capital de la república, con la Tres Veces Coronada Ciudad de los Reyes, la cual es tan amada como detestada, una ciudad que te abraza con amor pero te nutre de odio una dicotomía algo sado-masoquista establecida por las gentes que vinieron a invadirnos allá por los años 70s, y antes que me desvíe del tema central permite que me enfoque en lo que nos interesa, la ciudad como tal.

Definir a Lima en pocas líneas es imposible, por lo tanto sólo apuntaré a los lugares que en el transcurso de mi vida he visitado, el último paseo por la ciudad lo hice por el viejo bosque El Olivar ubicado en el distrito de San Isidro, tal vez éste sea el lugar al que más veces he acudido, me gusta su estilo, su ambiente y la sensación de aislamiento que uno percibe bajos los olivos.

Pasear por Lima es bonito, la gran mayoría de las veces lo hago solo pues casi nadie es asiduo a las largas caminatas, pasear acompañado es interesante, pero pasear con alguien en total sintonía es ¡lo máximo!, mi último paseo lo realicé con una persona realmente sorprendente.

Fue una de esas tardes “after office”, previamente nos habíamos puesto de acuerdo para encontrarnos y platicar sobre algunos temas de actualidad, en el momento indicado nos reunimos y decidimos caminar sin rumbo, la ciudad se mostró hóstil enseñando los colmillos del tráfico intenso, pero nosotros continuámos nuestro recorrido, entre claxons irritantes y feroces 4x4 llegamos al bosque El Olivar.

El Bosque el Olivar es una hermosa área verde enclavada en la parte tradicional del distrito de San Isidro, allí crecen –como su nombre lo indica- olivos, algunos tan antiguos como la propia fundación de la ciudad, rodeado de edificios de departamentos y viejas casonas ésta hermosa alfombra verde nos proporciona paz y tranquilidad, el bosque es cruzado por una vereda, una especie de senda de ladrillo rojo apropiada para que algunos runners hagan su rutina sobre ella, otros solo caminan y otros se sientan sobre las bancas que flanquean esa arteria, existen también dos estanques uno pequeño en donde habitan enormes carpas naranjas y otro más grande el cual en ciertas oportunidades se repleta de cisnes, el bosque está plagado de vida silvestre, pajarillos raros, ardillas y cierto tipo de hormigas gigantes.

Ambos en buena compañía, decidimos sentarnos en una de las bancas alrededor del estanque grande, conversamos largo rato mientras los geisers artificiales esparcían su rocío, por ahí una madre desesperada acompañada de la nurse no podía controlar a sus tres niños los cuales revoloteaban en rededor, un par de ancianos (que nos ganaron el sitio que habíamos elegido) perdían sus miradas sobre las aguas del estanque, tal vez pensando en sus ancestrales glorias, cuando de pronto apareció una pareja de jóvenes, ella ataviada con una casaca de salvavidas y el igual pero cargando un enorme y pesado trípode, los notamos algo desubicados pues no hallaban un sitio apropiado para establecerse, hasta que decidieron armar su artefacto y sobre él colocaron una cámara fotográfica, par de torpes principiantes pues en vez de calibrar la cámara manipulando el trípode actuaban al revés ¡Calibraban el trípode manipulando la cámara!, con mi buena compañía, la mejor de todas, nos pusimos a observar a ese par de inútiles, nos regocijamos de su fracaso y nos burlamos de su ineficacia, ¡es increíble como la gente no lee el manual de uso de las cosas!, así ante nuestras frías miradas que sólo ayudaron a hacer más complicada sus existencias y dado su bochornoso espectáculo en la aventura del trípode se fueron y se perdieron entre los olivos.

La tarde fue dando paso a un tímido frío, decidimos ir por un café, recordé la nueva Pastelería San Antonio ubicada en Libertadores, ese fue nuestro último destino, y así luego de un interesante paseo y de la diversión que proporciona la gente torpe culminamos nuestro encuentro y definimos que cada futuro recorrido por la ciudad lo culminaremos con una taza de café.


Antonio Gamio

viernes, 8 de octubre de 2010

Eterno


Existen diferentes vivencias en nuestra existencia, pueden ser comunes como caminar, pasear, comer, dormir o extraordinarias como escalar una montaña, surfear, nacer, morir o… besar.

Besar, es el acto de oprimir con un movimiento de labios, es un impulso de amor o del deseo, es señal de amistad y reverencia, ¡Vaya! Cuantas cosas sublimes agrupa esa acción, en el no-tiempo de mi vida he besado muchas veces pero sólo una me llevó hasta los límites del universo.

El no-tiempo está asociado con la eternidad, puesto que el tiempo existe dentro del universo creado, pero ¿cómo explicar cuando hay vidas paralelas que se juntan para darse un beso?, algo difícil de definir pero no de ubicar, ¿Dónde? En el no-tiempo, en la eternidad.

En una galaxia muy lejana para los comunes mortales, pero no para los dioses como nosotros, es decir ella y yo, nos encontramos un día o ¿una noche?, como es el no-tiempo eso sólo lo sabemos ella y yo, coincidimos, nos conocimos y luego para volvernos a encontrar desordenábamos átomos nuestros para volver a aparecer.

Muchos besos estuvieron en mi lista, y casi todos figuran con un check al lado, pero aquel especial beso en el no-tiempo nunca figuró, no estaba ni siquiera catalogado, no estaba definido y menos esperado, es más apareció cuando la lista ya se había cerrado, cuando ya no había más allá para mis labios, me pregunté muchas veces ¿Porqué? Hasta que hallé la respuesta, el no-tiempo, la eternidad, por eso ese beso estará en el pasado, en el presente y en el futuro.

Ese beso eterno activó una señal de alerta, un indicador en rojo, pero fue demasiado tarde, mi nave había partido, estaba fuera de este mundo, Houston no me escuchaba y los controles estaban bloqueados, así mientras veía como me alejaba de la Tierra, de la Luna, del Sol, del Sistema Solar, de la Vía Láctea, del Universo en el cual vivimos, fui llegando a lugares inimaginables.

Fue un beso repleto de inocencia, repleto de sentimiento, de amor y cariño, comprobé que no sólo la voluntad, el deseo y la pasión mueven al mundo sino el amor, un amor desmesurado, un amor que es demasiado, el cual es eterno porque se encuentra en el no-tiempo, demasiado amor para los simples mortales más no para los dioses como nosotros.

Y si fué, es o será amor ¡Adelante! ¿O hacia atrás o a esperar?, el no-tiempo no tiene… tiempo, la eternidad es algo compleja para las mentes básicas, el presente ya fue y el futuro ya es ¿A ver quién comprende eso?, simples mortales sujetos a vuestros cuerpos y deseos estáis destituidos de este paraíso.

Y la mujer del no-tiempo es como una rosa intensa, como una esmeralda tan verde como el verde, como una estrella que brilla en las tinieblas, la mujer del no-tiempo aparece cada vez que desordeno sus átomos, cada vez que profano la realidad y desafío al tiempo, cada vez que me necesita y me llama con sus ojitos eternos, con su mirada que traspasa la realidad, aparece cada vez que ingreso al no-tiempo.

Una señal de peligro

Se me pasó una buena parte y entonces me di cuenta

Comencé a mirar y la burbuja se reventó

Comencé a buscar excusas

Pasa por favor

Tengo que decirte el estado en el que estoy

Tengo que decirte en mis tonos más altos

Comencé a buscar una señal de peligro

Cuando la verdad es que te extraño

Sí, la verdad es que te extraño demasiado

Coldplay “Warning Sign”

Hoy estoy en el no-tiempo, aquí la esperaré, y nuevamente me dará un beso, pero ¿Me lo dará? o ¿Ya me lo dio? o ¿Me lo está dando?, no importa en la eternidad los tiempos no existen, sólo la realidad y la realidad es su beso.


Antonio Gamio